sábado, 13 de junio de 2015

EL MARKETING EMOCIONAL


 PSICOLOGÍA Y SALUD

El marketing emocional: 
¿Qué es realmente?




Estamos bombardeados de publicidad. Allí donde miremos, hay un anuncio. Por eso ahora los publicistas están intentando tocar las fibras más sensibles de nuestro ser, en aras de lograr que los anuncios no pasen desapercibidos y que los productos llamen nuestra atención. Hemos entrado en la era del marketing emocional.

De hecho, debemos considerar que en más del 90% de las ocasiones, la compra de un producto no es una decisión largamente razonada sino que se hace por impulso. Excepto los artículos que demandan una inversión media-alta, el resto se compra sin pensar demasiado, mediante lo que se conoce como “compra impulsiva”. Y en esa compra impulsiva las emociones desempeñan un papel fundamental.

Por ejemplo, cuando el Auto comienza a dar problemas, comenzamos a pensar que debemos comprarnos otro y entonces miramos marcas y comparamos modelos y precios. Se trata de una compra reflexiva, normalmente no compramos el primer auto que encontramos. 
Al contrario, en el momento de comprar una prenda de vestir, actuamos de manera más impulsiva, vemos el producto y lo compramos, sin pensarlo demasiado e incluso si realmente no lo necesitamos ya que tenemos mucha ropa en casa.


Sin embargo, tanto en un producto como en el otro, se aplica el marketing emocional, cada marca intentará despertar determinadas emociones en su audiencia. No todas las emociones son positivas, de hecho, las emociones negativas nos incitan a tomar decisiones con mayor rapidez. 

Quizás uno de los ejemplos más emblemáticos es el de las aseguradoras que despiertan el miedo por el futuro de nuestros seres queridos para motivarnos a adquirir un seguro de vida. 

Por otra parte, muchas de las campañas de tráfico también juegan con nuestras emociones para incitarnos a tener un comportamiento más responsable al volante. En los últimos tiempos los bancos, a raíz de la pérdida de su credibilidad, han recurrido a anuncios que despiertan la nostalgia invitándonos a viajar al pasado. No es algo casual, es marketing emocional. 

En este sentido, el marketing emocional es el conjunto de estrategias, tácticas y acciones que una marca emprende para construir un vínculo con su público objetivo a través de las emociones. 

Obviamente, para lograr una buena campaña es necesario tener un conocimiento muy profundo del público ya que estas estrategias van más allá de sus necesidades, se focalizan en sus sentimientos. 

Estos anuncios no se dedican a describir productos o resaltar sus ventajas, nos venden promesas emocionales.

Si caemos en las marcas más conocidas, podemos ver que Coca Cola no vende un simple refresco, vende felicidad y una vida sin preocupaciones. Apple no vende dispositivos tecnológicos sino un estilo de vida exclusivo y simplicidad.










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